Perfiles

Marco Antonio Martínez Traslaviña

Los gemelos

Marco Antonio Martínez Traslaviña era huérfano y casi analfabeto. No militaba en nada y tenía el gusto por la vida callejera, aventurándose con su hermano gemelo por la ciudad sin cuidarse de regresar a su casa durante días e incluso semanas. Tenía 15 años cuando lo detuvieron, el 26 de septiembre de 1973, en el barrio Franklin, adonde había ido a comprarse unos zapatos con un amigo. Todo lo motivó un control de identidad de carabineros; ninguno de los adolescentes portaba cédula. Los fusilaron junto a otros detenidos, al lado de unas vías férreas.

No militaba en nada. Marco Antonio Martínez Traslaviña ni siquiera estaba matriculado en un liceo o en un colegio. Sabía leer, pero con mucha dificultad. Tanto su mamá como su papá habían fallecido, dejando 10 hijos e hijas huérfanos. El padre murió en 1968, a raíz de un accidente; la madre, en 1972, de leucemia. Los hermanos Martínez Traslaviña se las arreglaban como podían. En su casa la pobreza era cosa de todos los días. No había nada con qué celebrar las ocasiones especiales. Ni siquiera los cumpleaños, que pasaban de largo sin reparar en ellos.

Marco vivía con una hermana mayor, Rosa Ester, en la población Lo Valledor Sur. La hacía rabiar porque le gustaba arrancarse de la casa con su hermano Julio César. Así eran los dos: inseparables, poco convencionales, y los menores de la familia. Todos sus hermanos y hermanas ya estaban casados y preocupados de sus propios asuntos, de modo que se desenvolvían en un ambiente sin grandes prohibiciones, gozando de una libertad temprana. De hecho, Marco y Julio César vivían más en la calle que en la casa, como si en esta sufrieran de ahogo. Esas escapadas, que ya empezaron a los 11 años, muchas veces terminaban con ambos retenidos en comisarías o en hogares de menores; en este último caso, durante meses. Después los largaban y volvían a su casa, como si nada, listos para la próxima evasión. En la familia les decían los “Mellizos”, aunque eran gemelos. Hoy en día los describen como “pelusones” y “traviesos”. Recuerdan un rasgo físico que distinguía fuertemente a Marco de Julio: una cicatriz en el estómago a causa de un accidente con un brasero, al cual se había caído siendo niño.

 

Marco tenía 15 años cuando lo detuvieron. Eso pasó el 26 de septiembre de 1973. Carabineros lo agarró junto a un amigo.

Ese día había partido con Miguel Ángel Tapia Rojas, amigo y vecino suyo, al barrio Franklin de Santiago. Marco necesitaba comprarse unos zapatos. El día anterior carabineros de la 4º Comisaría le había hecho un control de identidad a Miguel Ángel, y como no llevaba cédula, le habían macheteado el pelo, por lo que se había rapado al cero y llevaba un gorro chilote para disimular, porque en ese entonces el rapado quedaba marcado como sospechoso y nunca dejaba de meterse en problemas. No alcanzaron a comprar nada. Antes, los detuvieron carabineros fogueados en la fiscalización de los locales clandestinos, los patrullajes durante los toques de queda, los controles de identidad y las investigaciones de denuncias políticas y delitos comunes. En un documento judicial consta que se les hizo control de identidad y ninguno de los dos portaba cédula. En esa época, ese documento solía tramitarse más tarde en la vida.

Miguel se repitió el plato: los llevaron a la 4º Comisaría, y de ahí al paradero Nº 1 de Gran Avenida, en San Miguel, donde había una línea de tren. Ahí los fusilaron: disparos a mansalva por la espalda, con la excusa de la ley de fuga. Eran ocho o nueve, todos muertos, salvo un prisionero, un cabro de la calle al que le decían el “Juan Tres Dedos” o el “Rana”. Él quedó baleado en el suelo, cubierto por los cadáveres de los asesinados. Eso le salvó la vida: pasó desapercibido y no recibió un tiro de gracia.

Entonces logró huir a una pensión, donde lo auxiliaron. Lo llevaron al Hospital Barros Luco. Los carabineros, alertados, intentaron detenerlo nuevamente, pero los médicos, teniendo a la vista la gravedad de sus heridas, se resistieron. Después, Juan Tres Dedos contó lo sucedido. Sin embargo, la familia de Marco se enteró de los hechos décadas más tarde, gracias al Informe de la Comisión Rettig, que en 1991 calificó los casos de los detenidos desaparecidos durante la dictadura, víctimas entre las cuales también se contaba Miguel Ángel Tapia Rojas.

La familia de Marco tardó en reaccionar a su desaparición; no por desidia. Al principio, pensaban que se trataba de una nueva escapada, de un nuevo viaje de exploración urbana, solo que esta vez sin la compañía de Julio César. Recién en octubre la preocupación se extremó e iniciaron gestiones para averiguar su paradero, sin resultados positivos.

Viviana González Martínez, sobrina de los gemelos, junto a su madre Berta Martínez Traslaviña y su tía Nora Martínez Traslaviña. Créditos: Franco Galaz.

De la familia, Julio César fue el que resultó más dañado por la desaparición de Marco. Como eran inseparables, resintió su ausencia como si le hubieran amputado una parte de su ser. “Le faltaba un pedazo de él”: así lo recuerda Viviana González Martínez, sobrina de los gemelos. Con el paso de los días, la inquietud se hizo incontenible. Empezó a preguntar por su hermano en todas partes. Las pistas falsas apuntaban en múltiples direcciones. Acostumbrado a ir de un lado para el otro, aunque nunca tuviera un peso en el bolsillo, Julio César buscó a su hermano en la Región Metropolitana, y además en ciudades del sur y del norte del país: en Chillán y Temuco, en Calama, Antofagasta y Arica. Se movía al compás de los rumores. Nora, la menor de las hermanas, cuenta que en ese entonces empezó a tomar alcohol desesperadamente, y que cuando se emborrachaba, lloraba gritando “¡Marco! ¡Marco!”.

Poco después, Julio César se instaló con un puesto en una feria libre. Más tarde se casó y tuvo dos hijas. Daba la impresión de que había dejado atrás lo peor del dolor por la pérdida de su hermano. Pero en algún momento de los años 80, abandonó a la familia y se fue a vivir a la calle. Murió el año 1997 botado en el río Mapocho, rodeado de perros y ahogado en su propio vómito. Para su familia la desgracia de Julio y la de Marco están conectadas de modo profundo. Aseguran que el hecho de haber sido gemelos hizo de Julio un alma en pena, un “cabeza loca”.

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Créditos

PROYECTO  TRANSMEDIA VESTIGIOS | 2023

Dirección general: Viviana Flores Marín, Manuel Vicuña, Carolina Zúñiga. Edición periodística: Viviana Flores Marín. Contenidos: Manuel Vicuña. Investigación: Manuel Vicuña, Viviana Flores Marín, Carolina Figueroa, Luna Ángel, Ignacio Aguirre. Producción ejecutiva: Carolina Zúñiga. Producción periodística: Franco Galaz Botka, Luna Ángel Asistencia de Producción: Luka Montecinos. Ilustraciones: Franco Nieri. Diseño gráfico: Catalina Pérez G. Coordinación administrativa UDP: Loreto Contreras, Mónica González, Felipe Alarcón, Ingrid Pro. Asesoría jurídica y derechos de autor: Belén Catalán y Paulina Lehue, Oficina de Innovación, Desarrollo y Transferencia UDP

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Formato y programación: Studio Distil Immersive, John- Paul Marín y Matt Smith. Producción general exposición: Centro Cultural La Moneda (CCLM). Coordinación general e investigación testimonial: Viviana Flores Marín, Carolina Zúñiga Dirección de fotografía: Diego Pequeño. Sonido directo: Juan Pablo Manríquez. Coordinador unidad audiovisual UDP: Cristián Peralta. Maquillaje y pelo: Julio Olguín. Iluminación: Jorge Contreras Rivas y Jorge Contreras Peñailillo.  Making of: Equipo de estudiantes Vergara 240, Francisco González, Benjamín Puentes, Javiera Larrondo, Antonella Cicarelli, Nicol Calfiqueo y Leonel Lillo. Montaje Making of: Javier Bascuñán

CORTOMETRAJE CUADERNO DE NOMBRES | 2023

Dirección: Cristóbal León y Joaquín Cociña. Producción: Catalina Vergara. Asistencia de Producción: Nina Salvador. Guión: Alejandra Moffat, Cristóbal León, Joaquín Cociña. Texto: Alejandra Moffat. Edición: Paolo Caro Silva, Cristóbal León, Joaquín Cociña. Música y Diseño Sonoro: Valo Sonoro. Voz: Nina Salvador. Animación Estudio León & Cociña: Francisco Visceral Rivera, Trinidad Santibañez. Asistentes de animación: Francisco Paredes, Paolo Caro Silva, Isidora Rojas, Laura Donoso, Matias López, Nicole Cortéz, Nina Salvador. Animación Taller Balmaceda Arte Joven: Valeria Manríquez, Catalina Huala, Celeste Chavez, Fernanda Valenzuela, Valbort Esparza, Michelle Aubry, Aielen Hurtado, Jalile Soto, Daniel Vásquez, Annais Josefa Aguilar, Josefina Acevedo, Carla Salgado, Alison Castro, Varinthia Ruiz-Tagle, Matías López, Josefa Mujica, Paz Marín, Daniel Vasquez. Postproducción de imagen: Cristóbal León, Joaquín Cociña. Coro: Valeria Manríquez, Catalina Huala, Celeste Chavez, Fernanda Valenzuela, Valbort Esparza, Michelle Aubry, Aielen Hurtado, Jalile Soto, Daniel Vasquez, Annais Josefa Aguilar, Josefina Acevedo, Carla Salgado, Alison Castro, Varinthia Ruiz-Tagle, Matías López, Josefa Mujica, Paz Marín, Daniel Vasquez, Nina Salvador, Cristóbal León, Paolo Caro Silva, Francisco Visceral, Trinidad Santibañez. Grabación de voz: Felipe Rivera. Títulos y créditos: Cristóbal León, Joaquín Cociña. Basado en la investigación de: Viviana Flores Marín, Manuel Vicuña y Carolina Zúñiga, Centro para las Humanidades y Laboratorio Digital Universidad Diego Portales. Producen: Diluvio, Globo Rojo Films, Universidad Diego Portales. Coordinación Taller Balmaceda Arte Joven: Ximena Zomosa y Joss Faúndez Silva. Making of: Francisco Paredes

Agradecimientos

INSTITUCIONES

Subsecretaria de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad, Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Santiago y regiones, Centro de Derechos Humanos UDP, Observatorio de Justicia Transicional UDP, Clínica Psicológica UDP, Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas, Memoria Viva.

PERSONAS

Rosemarie Bornand,  María Luisa Sepúlveda, Eugenio Tironi, Jorge Bande, Cristóbal Jimeno, Alfredo Joignant, Claudio Fuentes, Lidia Casas, Cath Collins, María Paz Vergara, Nicole Drouilly, María Luisa Ortiz, Claudio Gonzalez, Sandro Gaete, Paulina Zamorano, Gloria Ramírez, Víctor Maturana, José Araya, Juan René Maureira, Patricia Jara, Carlos Maureira, Adil Berkovic, Diego Cabezas, Teresa Retamal, Rosa Pino, Alicia Lira, Vilma Salazar, Paulina Núñez, Carmen Arévalo, Mariana Barahona, Macarena Fernández, Patricio Cuevas.

Ana Cabezas, Tina Escanilla, Juana Mora, Lorenza Cheuquepán, Viviana González, Nora Martínez, Ana María González, Alicia Santander, Ana María Carreño, Yohanna Libante, Francisca Santana, Franchesca Álvarez, Clementina Miranda, Mariana Álvarez, Roberto Álvarez, Evita Aguayo, Claudia Ascencio, Conraína Solis.